Las TIC no son los padres
En Cuartopoder, un nuevo medio de información digital, Pedro de Alzaga escribe un delicioso artículo sobre las tecnologías aplicadas al control de los alumnos. A partir de una anécdota (alguien recibe por error los mensajes sms del instituto que avisan a los padres de las faltas de asistencia de un alumno) reflexiona sobre el uso de estas técnicas y se pregunta si no hay demasiada gente que transfiere a las máquinas la responsabilidad de supervisar la vida escolar de sus hijos.
Es una idea sugerente, porque nos preocupa que nuestros hijos se aislen en los chats, las redes sociales y las máquinas y se olviden de la vida real, pero no caemos en la cuenta de lo fácil que es relajarse en la tarea de acompañarlos en su vida cotidiana de relaciones y de tareas: Ya nos avisará nuestro móvil si algo va mal en el Instituto.
Muchas comunidades autónomas están introduciendo sistemas informáticos de conexión con los padres a través de Internet y telefónos móviles. Haríamos mal en considerarlos simples herramientas de control. Se han ideado para mejorar la comunicación y la colaboración entre los padres y los centros. En ningún caso deberían sustituir la atención personal a los chavales, el diálogo familiar y el contacto directo con los profesores.De lo contrario, en lugar de una herramienta de ayuda estaremos creando un enemigo peligroso.